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Genealogía de la Flor

Para Orlando y Deyanira,
por el agravio.


En el principio del mundo
las mariposas revoloteaban de piedra en piedra,
y golpeaban sus alas contra el filo de los montes.
Pero aconteció
que Gaobar engendró a Reabón;
y Reabón engendró a Timar,
el que machacaba luciérnagas en su fábrica de fuego.
Y después nacería Cenén,
un muchacho terrible que comía pedruscos
y tenía el vientre lleno de parásitos.
Y de Cenén nació el Innominado
por un furtivo encuentro con la hija de Potar
sobre piedras mudas.
Y el Innominado no engendró nada
porque era estéril como un cigarro.
Pero Cenén forzó la carne de Amelia
(un fruto oculto de esta rara genealogía)
y alcanzó la gravidez
(él, no ella; extraño asunto. Pero esto es un poema,
no un tratado de genética).
Y su vientre se fue poniendo
azul y redondo como una naranja.
Y de allí nació Komodor, débil criatura
que tasajeaba el aire con su silbo helado.
Y Komodor engendró a Simón,
y Simón engendró a Lothar el Grande.
Y Corina, la más bella de todas,
fue poseída por Lothar el Grande,
pero siguió siendo virgen.
Esto maravilló a todos, alguien habló de un milagro.
Los sabios dijeron
que sólo era un problema de virilidad delgada.
Y después del milagro nació Rhino,
que fue poeta hasta cuando aprendió a hablar;
y Rhino engendró a Sigaor.
Aquí termina esta historia,
pues Sigaor nació solo y desangelado.
Nada más que piedras alrededor.
Y en su soledad recordó a Onán;
y fue con su simiente en la palma de la mano
y la puso entre dos piedras degolladas.
Y de allí nació la flor.
Entonces Sigaor quedó asombrado de su obra
y dio a su criatura un nombre colorido.
Un nombre colorido que aún pronunciamos
con labio despetalado;
un bello nombre.

Carlos A. Castrillón.

Sendas de Oku / Matsuo Basho


La flor en mi sombrero.
Para cruzar Shirakawa
no hay mejor atavío.

Sobre el tejado:
flores de castaño.
El vulgo las ignora.

De los cerezos en flor
al pino de dos troncos:
tres meses ya.

Pétalos de lirios
atarán mis pies:
¡correas de mis sandalias!

Flor carmín, cardo
que recuerda al pincel
para las cejas.

Aroma de aguas.
Inútil ya cortar
un crisantemo
 
Imagen de Cock-Robin en Pixabay 

Matsuo Basho´s flowers


A bee

A bee
staggers out
of the peony

a field of cotton
a field of cotton...
as if the moon
had flowered

a monk sips morning tea
a monk sips morning tea
it´s quite,
the chrysanthemum´s flowering.

when the winter chrysanthemums go
when the winter chrysanthemums go,
there´s nothing to talk about
but radishes


Publisher: www.poemhunter.com  the world´s poetry archive. 2004.
translated by: Robert Hass.
Fotografía po.psi.que

Las flores de Raúl Gómez Jattin



A una vecina de buena familia
Lo más probable
es que seas como los otros
ignorante y mentirosa
No aquella que pobló mi infancia
No aquella de luciérnagas en los ojos
Querida
Como estas de cambiada
Lo más natural es que seas como ellos
indolente y malvada
Lo más natural
No el endeble pájaro de verano
No las margaritas del jardín.
(10)
Sin querer ofender (fragmento)
Ser poeta es más que un destino literario
Tú lo sabes
Entonces por qué – me pregunto –
Esas flores de papel descolorido y sin gracia
a la salida de tu barrio de ensueño
(11)

Ofrenda

Por ahí va Antonio
erguida su juventud como un eucalipto
aromada
Mostrando su alma pura por el mundo
como un emperador de la tristeza y la nostalgia
Por ahí va
Antonio
Y no lleva nada en las manos
En sus ojos brilla la seguridad que es su fuerza
Antonio vara de Azucena
Venado del alba
Pez vela
(18)

Tania Mendoza Robledo (fragmento)
Moría en cada noche como la flor de la coraguala
y perfumaba de tristezas
a todo el que tuviera la desdicha terrible
de contemplarla
(19)

Poeta Urbano (fragmento)
No eres contemporáneo de las flores
Tus estrellas son de hojalata
Tu mar de escenografía
ni trae ni inaugura recuerdos

Poeta
A la naturaleza hay que ir
A contemplarla
A defenderla
(27)

A un poeta que sabe serlo
Un puro y fuerte
oxidado de oro y aromas corazón

Un corazón ardiente en galopes
sobre una llanura y él es la llanura

Es Armando la escogida joya
de un idioma que aliméntase de idiomas

Una flor de trópico en metal y aliento

Es carrillo además un pueblo
junto al mío
y es un poeta que también soy yo
Como una flor acompañada de otra flor
(36)

Pequeña elegía
Ya para qué seguir siendo árbol
si el verano de dos años
me arrancó las hojas y las flores
Ya para qué seguir siendo árbol
si el viento no canta en mi follaje
si mis pájaros migraron a otros lugares
Ya para qué seguir siendo árbol
sin habitantes
a no ser esos ahorcados que penden
de mis ramas
como frutas podridas en otoño
(64)

La parranda verraca es la del sol con la vida (fragmento)
Hay una iglesia de hermosura medioeval
y un campo verde con flores de ilán-ilán
en primavera y cocuyos en el follaje
Una semana santa de parranda y comidas espléndidas
y juegos de póker y arrancón y dominó
Pero la parranda verraca es la del sol con la vida
(71)

El viajero del río
Parloteo de comadres aceitosas
Tiernas Sosas
Final de la tarde

vienes
como un pequeño dios
entre las flores

Las observas en sus mecedoras
Sol que muere
Dios que pasa
Mirada que enamora
Ellas
dicen un adiós
hacia las dalias
enamoradas
Yo que te espero al otro lado de mí
sonrío
Al verte caminar sobre las aguas
del cuerpo mío
(82)

El disparo final en la vía láctea (fragmento)
En las sábanas de nuestro cielo hay nubes
perfumadas de axilas y delicados residuos
del amor En la almohada el hueco
que tu cabeza ha dejado oloroso a jazmines
Y en mi alma y mi cuerpo el inmenso dolor
de saber que desprecias mi amor

Oh tú por quién mi vida renació
dentro la lumbre de la muerte
(90)

Micerino (fragmento)
La barca de oro navega lenta entre nenúfares
y los danzarines nubios tratan de alegrarlo
más el faraón tiene la imaginación absorta
en presentimientos sombríos y no los mira
su alma filtra casi todo lo externo
y sólo escucha el chapoteo de los remos
y sólo ve los ibis que vuelan sobre el río
(119)

Antinoo (fragmento)
Traigo unos lotos lila para nuestro jardín
y yo mismo atrapé un pájaro del Nilo
Son regalos que le entrego con mi alma entera
Ojalá que los guarde su memoria de enamorado
Aunque después de dárselos me apeno un poco
pues son tantos los que recibe en un día
A veces siento miedo de perder su amor
Prefiero ahogarme en el río
Que los dioses se apiaden de mis diecisiete años
Yo tan ignorante y frágil y pequeño
Tengo un amante que es el dueño del mundo
(131)

Li-Po (fragmento)
Las flores del duraznero han caído a la grana
Tienen algo de caracola o de piel sonrosada
El viejo poeta chino se levantó muy temprano
y triste ha sorprendido el desastre del viento
Anoche se embriagó con unos nuevos amigos
que anduvieron muchos días para conocerlo
Todavía conserva en el bolsillo el poema
escrito con afecto por uno de ellos
en la mano una copa de vino
y bebe emocionado mientras mira las flores
(134)

Bibliografia
Amanecer en el valle del Sinú: Antología poética/Raúl Gómez Jattin; prólogo Carlos Monsiváis. Bogotá: Ediciones Fondo de Cultura Económica, 2004.
Imagen de cocoparisienne en Pixabay 

Las flores de suenan timbres / Luis Vidales

La rosa introduce un ligero desorden
en el transcurso del tiempo

A una flor
Tú tienes un alma
que sube por el tallo
y te alumbra.
Pero tu alma no sabe hablar
ni sabe quejarse
ni discurrir sobre las cosas.
Yo quisiera – oh pequeña flor
absorta en la materia -
darte del alma intelectiva
porque a mi me pesa mucho toda la que llevo
y a tu alma le falta
un poco de dolor.


Flor extraña
Los automóviles pasan sobre sus ruidos.
Los ruidos chillan todo cuanto pueden
pero los automóviles
¡uf!
Los aplastan
y los dejan estampados contra el pavimento.  
 
Visiones del carajete
La rosa introduce un ligero desorden en el transcurso del tiempo.

Imagen de Thomas Ulrich en Pixabay 

Flores en la Poesía Francesa (Antología)


Con la extensión colonizadora del idioma. La poesía de los siglos XI, XII y XIII, en lo que respecta al territorio francés, se paseaba de aldea en aldea en vos de los trovadores, en su mayoría vagabundos, y miserables (ejemplificamos con Villon) que se expresaban según el dialecto de la región y cuyo deleite de componer y trovar rimas de carácter intimista, lograron alejar al pueblo de la objetiva epopeya, (a pesar de estar escrita en verso, la epopeya es un mundo cerrado alejado de la visión personal del artista) sin embargo, el nacimiento académico de la poesía francesa se da con La vie de Saint Alexis escrita en el siglo XI, así, tomando como referente esta fecha trazaremos las referencias florales para determinar (o más bien reflexionar) la usanza de las flores en algunos poetas franceses.

FRANÇOIS VILLON

BALADA SOBRE MÍNIMOS TEMAS (fragmento)
Conozco en la leche cuando cae el mosco,
conozco a lo lejos el hombre que asoma,
conozco el buen tiempo y el malo conozco,
conozco el manzano si veo la poma,
conozco los árboles sacando su goma,
conozco al maestro y al vago asimismo,
conozco las flores cantando su aroma,
conozco todo excepto a mí mismo

PIERRE DE RONSARD

ODA A CASANDRA (fragmento)
Vamos, niña, a ver si la rosa
que había esta mañana abierto
al sol su traje deslumbrante
no perdió en la tarde su hermosura
veste purpúrea y si no ha muerto
su tinte, al tuyo semejante.
[…]
Si me crees niña mientras dura
en su más verde plenitud
la floral edad del amor,
goza, goza tu juventud,
que con la vejez tu hermosura
se apagará como esta flor.

ENVÍO DE FLORES (fragmento)
Hoy te envío estas flores que mi mano
acaba de cortar recién abiertas,
que de no recogerlas hoy temprano
las habría encontrado el alba yertas.
Ellas recuerdan el destino humano,
porque tus gracias y bellezas ciertas
se agostarán en día no lejano
y estarán, pronto, como flores, muertas.

EN LA MUERTE DE MARÍA (fragmento)
Como la rosa en mayo que en la rama florece
con su primer botón y sus tiernos rubores
pone celoso al cielo de sus vivos colores
cuando en el alba en sus lágrimas la baña y la embellece,
toda henchida de amor su gracia resplandece,
perfuma jardín y aire son suaves olores,
pero herida por lluvias o excesivos calores
desmayada se mustia y hoja a hoja perece,
[…]
Recibe como ofrenda mis sollozos y llanto,
este vaso de leche y este cesto de flores
para que, viva y muerta, no seas más que rosas.

SIEMPREVIVA (fragmento)
Para que sepa el mundo que estaba siempre viva
tu imagen en mi sangre y en mi memoria impresa
y que mi alma rendida sólo de ti está presa,
Hoy te envío mi amor con esta Siempreviva.
Ella perdurará largo tiempo fragante.
- te haré después de muerta, vivir perpetuamente,-
tanto puede el empeño de un servidor amante

CHRISTOPHER PLANTIN

LA FELICIDAD DE ESTE MUNDO (fragmento)
Poseer una casa cómoda, limpia, hermosa;
un jardín ente muros de fragantes olores;
poco afán, pocos niños; frutas, vinos y flores;
ser amado, en silencio, por una fiel esposa

JEAN-ANTOINE DE BAÏF

LAS ROSAS (fragmento)
Nos quejamos, Naturaleza,
de que la flor sea tan breve
y de que el destino se lleve
cada don tuyo cuando empieza.
La edad de cada rosa dura
apenas lo que dura un día.
Cuando su juventud fulgura,
viene ya la vejez sombría

FRANÇOIS DE MALHERBE

ESTANCIAS A DU PÉRIER (fragmento)
Pertenecía al mundo, y las cosas terrenas
tienen un peor destino cuando son más hermosas.
Como rosa que era, vivió lo que las rosas:
una mañana apenas.

JEAN DE SPONDE

SI HAY QUE MORIR UN DÍA… (Fragmento)
S i hay que morir un día y la vida orgullosa,
desafiando a la muerte, sufrirá sus furores,
también quemará el sol estas triviales flores
y hará estallar el tiempo esta ampolla ventosa.

MARCELINE DESBORDES-VALMORE

LAS ROSAS DE SAADI
Quise traerte, al alba, unas rosa hermosas,
me puse tantas de ellas en mi traje apretado
que el nudo las contuvo solamente un instante.
El nudo se deshizo. En el viento las rosas
volaron esparcidas hacia el mar asombrado,
y huyeron para siempre con la onda cantante.
Enrojeciese el agua con un tinte inflamado.
- esta noche mi traje se halla aún perfumado:
ven y respira en mí su recuerdo fragante.

Fotografía nicholasbittencourt

La flor de Gilgamesh



Imagen de GLady en Pixabay 

Tablilla XI
Utnapishtim [dice] a él, [a] Gilgamesh:
«Gilgamesh, viniste aquí, penando y esforzándote. ¿Qué te entregaré para que regreses a tu tierra? Revelaré, oh Gilgamesh, una cosa oculta, Y [un secreto de los dioses] te diré: Esta planta, como el cambrón es [su ... ]. Sus espinas pin[charán tus manos] como la rosa. Si tus manos obtienen la planta, [tú hallarás nueva vida]».

La estrategia de la flor


El instinto de los seres vivos radica en el deseo básico de conservar y perpetuar su especie. En la historia de la evolución las estrategias de origen adaptativo y protector causan perplejidad y admiración hacia aquellos que las explotan (unos con más descaro que otros) para dar continuidad a su linaje.
¿Qué es aquello que percibimos como (C)olor? ¿Qué relaciones guardan con la forma de percibir el mundo y de qué forma las flores los han usado a su favor?

Los olores tienen la virtud de transportar, de generar añoranzas, facilitar estados meditativos o de regocijo, comprimir espacio y tiempo en una exhalación de aire y traer al presente recuerdos estancados en nuestra memoria. 


En cuanto al color, aunque no siempre lo asociamos al recuerdo sí lo vinculamos, de manera errónea, como una propiedad intrínseca de los objetos, error que ratificamos al definirlo como sensación (creada en el cerebro) que se unifica a la forma y a la profundidad de las cosas. Hay quienes sostienen que el color es un lujo innecesario, o una ilusión de los sentidos pero las flores lo han usado con sabiduria.


En el libro egipcio de los muertos, los Vedas hindúes y la Biblia (Antiguo Testamento), se hace referencia a ungüentos, incienso y catálogos de flores y hierbas usadas para los ritos litúrgicos, amatorios (El cantar de los cantares), culinarios y funerarios.


Las sustancias volátiles de la flor, al ser percibidas “perfume”, por los individuos de interacción (insectos) desempeñan múltiples funciones, entre ellas: Manipular la conducta sexual del insecto y ahuyentar depredadores.


La orquídea abejera (Ophrys scolopax) semeja las feromonas sexuales femeninas de la abeja solitaria Eucera Longicormis para incitar a las abejas macho a la cópula. Algunas flores atraen insectos polinizadores y combaten a otros al producir piretrinas (insecticidas) y así evitar contactos perjudiciales. Forma poco grata de aprender a asociar fragancia y recompensa. 


Se puede catalogar como un engaño provechoso que da continuidad a la especie floral, el hombre una de sus principales víctimas cae ante su poder estético y dominado por el impulso emocional de alegría o tristeza las compara, idolatra e inmortaliza con palabras. El poeta Kavafis lo hace desde las Bellas flores blancas.

“Lo enterraron el sábado,
a las diez de la mañana.
Lo enterraron el sábado:
hace casi una semana.

Sobre su caja barata
él coloco unas flores,
encantadoras flores blancas
que iban bien
con su belleza y
con sus veintidós años.

Por la tarde cuando vuelve,
– después de su trabajo,
hay que ganar el pan –
al café donde
solían ir juntos:
como un cuchillo en su corazón
es ese oscuro local
al que solían ir juntos.