es que seas como los otros
ignorante y mentirosa
No aquella que pobló mi infancia
No aquella de luciérnagas en los ojos
Querida
Como estas de cambiada
Lo más natural es que seas como ellos
indolente y malvada
Lo más natural
No el endeble pájaro de verano
No las margaritas del jardín.
(10)
Sin querer ofender (fragmento)
Ser poeta es más que un destino literario
Tú lo sabes
Entonces por qué – me pregunto –
Esas flores de papel descolorido y sin gracia
a la salida de tu barrio de ensueño
(11)
Ofrenda
Por ahí va Antonio
erguida su juventud como un eucalipto
aromada
Mostrando su alma pura por el mundo
como un emperador de la tristeza y la nostalgia
Por ahí va
Antonio
Y no lleva nada en las manos
En sus ojos brilla la seguridad que es su fuerza
Antonio vara de Azucena
Venado del alba
Pez vela
(18)
Tania Mendoza Robledo (fragmento)
Moría en cada noche como la flor de la coraguala
y perfumaba de tristezas
a todo el que tuviera la desdicha terrible
de contemplarla
(19)
Poeta Urbano (fragmento)
No eres contemporáneo de las flores
Tus estrellas son de hojalata
Tu mar de escenografía
ni trae ni inaugura recuerdos
Poeta
A la naturaleza hay que ir
A contemplarla
A defenderla
(27)
A un poeta que sabe serlo
Un puro y fuerte
oxidado de oro y aromas corazón
Un corazón ardiente en galopes
sobre una llanura y él es la llanura
Es Armando la escogida joya
de un idioma que aliméntase de idiomas
Una flor de trópico en metal y aliento
Es carrillo además un pueblo
junto al mío
y es un poeta que también soy yo
Como una flor acompañada de otra flor
(36)
Pequeña elegía
Ya para qué seguir siendo árbol
si el verano de dos años
me arrancó las hojas y las flores
Ya para qué seguir siendo árbol
si el viento no canta en mi follaje
si mis pájaros migraron a otros lugares
Ya para qué seguir siendo árbol
sin habitantes
a no ser esos ahorcados que penden
de mis ramas
como frutas podridas en otoño
(64)
La parranda verraca es la del sol con la vida (fragmento)
Hay una iglesia de hermosura medioeval
y un campo verde con flores de ilán-ilán
en primavera y cocuyos en el follaje
Una semana santa de parranda y comidas espléndidas
y juegos de póker y arrancón y dominó
Pero la parranda verraca es la del sol con la vida
(71)
El viajero del río
Parloteo de comadres aceitosas
Tiernas Sosas
Final de la tarde
Tú
vienes
como un pequeño dios
entre las flores
Tú
Las observas en sus mecedoras
Sol que muere
Dios que pasa
Mirada que enamora
Ellas
dicen un adiós
hacia las dalias
enamoradas
Yo que te espero al otro lado de mí
sonrío
Al verte caminar sobre las aguas
del cuerpo mío
(82)
El disparo final en la vía láctea (fragmento)
En las sábanas de nuestro cielo hay nubes
perfumadas de axilas y delicados residuos
del amor En la almohada el hueco
que tu cabeza ha dejado oloroso a jazmines
Y en mi alma y mi cuerpo el inmenso dolor
de saber que desprecias mi amor
Oh tú por quién mi vida renació
dentro la lumbre de la muerte
(90)
Micerino (fragmento)
La barca de oro navega lenta entre nenúfares
y los danzarines nubios tratan de alegrarlo
más el faraón tiene la imaginación absorta
en presentimientos sombríos y no los mira
su alma filtra casi todo lo externo
y sólo escucha el chapoteo de los remos
y sólo ve los ibis que vuelan sobre el río
(119)
Antinoo (fragmento)
Traigo unos lotos lila para nuestro jardín
y yo mismo atrapé un pájaro del Nilo
Son regalos que le entrego con mi alma entera
Ojalá que los guarde su memoria de enamorado
Aunque después de dárselos me apeno un poco
pues son tantos los que recibe en un día
A veces siento miedo de perder su amor
Prefiero ahogarme en el río
Que los dioses se apiaden de mis diecisiete años
Yo tan ignorante y frágil y pequeño
Tengo un amante que es el dueño del mundo
(131)
Li-Po (fragmento)
Las flores del duraznero han caído a la grana
Tienen algo de caracola o de piel sonrosada
El viejo poeta chino se levantó muy temprano
y triste ha sorprendido el desastre del viento
Anoche se embriagó con unos nuevos amigos
que anduvieron muchos días para conocerlo
Todavía conserva en el bolsillo el poema
escrito con afecto por uno de ellos
en la mano una copa de vino
y bebe emocionado mientras mira las flores
(134)
Bibliografia
Amanecer en el valle del Sinú: Antología poética/Raúl Gómez Jattin; prólogo Carlos Monsiváis. Bogotá: Ediciones Fondo de Cultura Económica, 2004.
Imagen de cocoparisienne en Pixabay
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