Flores de Opio en las Nubes (II)

 Fotografía: Marciana de Sebastián Rubiano

Helga la ardiente bestia de las nieves

tenía todo el cuerpo lleno de roticos de nalguitas de olorcitos del olorcito ese que producen las chicas a las tres de la tarde un olor entre el atún y las begonias un olor a yogurt de fresa y pan francés (58)
más tarde se filtraba el olor de los perros y de las hojas secas de los parques era un olor que entraba por las ventanas y llegaba al fondo de los pulmones había algo en ese olor que me decía que allí había vida (61-62)
Opio en las nubes
Después te fuiste de mesa en mesa y te pusiste a repartir besos y claveles rojos a todos esos hombres que tenían mirada de pepino cansado… (65).
Una vez que se le ha hablado al urapán, hay que escuchar sus silencios, sus susurros, pues él te dice muchas cosas, él siempre está ahí, es testigo de todos los amaneceres, eso es lo más importante de todo es que se puede dormir bajos sus ramas y sueñas cosas que nunca sueñas en otra parte. (68)
Eran árboles que tenían nombres, árboles que se llamaban un poco como los leones, un poco como las mujeres, un poco como los silencios, un poco como la lluvia, árboles que se llamaban Marruecos, Lenguadentro, Brooklyn, Corazón de Perro, Castillo Amarillo, árboles que sabían a ojos claros, a lluvia con hojas secas y entonces después me dijiste que ya tenías sueño y nos quedamos dormidos al borde de la carretera.(68)
-Oye Max, si alguna vez viene Harlem por acá dile que siempre hay un urapán y un sueño con lluvia para ella-. (69).
La sucia mañana del lunes
La noche huele a pólvora, a dinamita con flores y alcohol. (70)
Café negro para las palomas
Alain, se paseaba con su camisa de flores tropicales y su vaso de vodka esparciendo su sonrisa podrida a todo el mundo (79)
Marciana a las pocas semanas fue recluida en un sanatorio y únicamente Alain iba a hacerle visita. Le llevaba flores y chocolates y también labiales rojos... (82)
DC-3 Espinacas de Mayo
...eso días pasaban como una estela de flores sobre el viento de los tiempos, esas mañanas donde los ladridos de los perros navegaban a través del murmullo de mi sangre.(87)
y dijiste que te abrazara, que te metiera los dientes en la mitad de la boca, tranquila muñeca, flap flap, hacía calor, había flores amarillas bajo la noche flap lluvia flap lluvia flap, tranquila muñeca. (89)
DC-3 con espinacas era hacer el amor en la pista abaleados por el ruido de los aviones, por ese olor a gasolina y felicidad que poseen todos los aviones, por ese perfume incierto a estrellas, a aire, a perfume plateado, a rosas rojas en la mitad de una turbina en una noche de lluvia. (89)

Fragmentos tomados de:
Chaparro M., R. (1992). Opio en las Nubes. Bogotá: Fondo Nacional de Cultura. 141 p.

Licencia de Creative Commons

1 comentario:

Amalia Lateano dijo...

Mi estimada Flores le das brillo al foro porque tus post son interesantes
por la cantidad de recursos que utilizas,
se demuestra que el rico vocabulario
es parte de la cultura que tienes.
besitos con muchos aplausos.
Amalia